Cómo organizar una baby shower, la fiesta para los bebés antes de nacer

Cuando una persona logra, sola o en compañía, alcanzar el sueño de ampliar la familia, la alegría se desborda. La fase inicial de llamadas, mensajes y reuniones en las que dar la noticia da pie a unos meses de calma en los que debemos preparar todo lo necesario para la llegada del bebé: una reforma en casa, nueva habitación, ropa, cuna, carro… Un sinfín de elementos que necesitaremos cuando los nueve meses de rigor finalicen. Y, para preparar la llegada del nuevo miembro de la familia, las baby shower se están convirtiendo en un ritual innegociable durante el último tercio del embarazo.

Una baby shower es, básicamente, una fiesta para celebrar la llegada del bebé… antes de su nacimiento. La casa se engalana, los familiares y amigos más cercanos aportan su ayuda y regalos y, juntos, se brinda y festeja que, pronto, habrá una nueva persona en el hogar. Pero, ante el auge de las baby shower, conviene pensar en cómo organizar una ideal, que resulte agradable y cómoda para todas las partes y que permita centrarse en lo esencial: la alegría de ampliar la familia.

Consejos para organizar una baby shower

Esta celebración de origen estadounidense tiene en el término ‘shower’ una connotación inherente al propio evento: es una lluvia de regalos para el bebé y la familia que crece. Por ello, si vamos a recibir regalos, hagamos todo lo posible por que la asistencia merezca la pena para todas las personas invitadas.

Mira antes el calendario

Lo primero de lo que hay que preocuparse a la hora de organizar una baby shower es cuándo hacerla. Es complejo, en cualquier tipo de celebración, cuadrar la agenda para que a todo el mundo le parezca bien. Lo ideal es determinar qué personas son imprescindibles y, a partir de ahí, establecer una fecha en la que el menor número de invitados importantes se queden fuera, a sabiendas de que es muy complicado fijar un día en el que nadie vaya a faltar, estar de viaje o tener otros compromisos ineludibles.

También hay un factor añadido: si la fecha es muy ajustada a la previsión de parto, un adelanto imprevisto podría mandar la fiesta al traste. Conviene buscar una fecha en la que el embarazo ya sea sobradamente sabido y evidente, pero no tan avanzada como para que fiesta y parto puedan solaparse. Una buena idea puede ser al comenzar el último tercio de gestación, entre el sexto y el séptimo mes.

Decoración reciclable

Las baby shower son conocidas por la extrema tematización que traen consigo. Sin volverse locos, es un buen momento para comprar todo tipo de motivos infantiles y elementos decorativos que no solo sirvan para la fiesta, sino para cuando la familia sume un nuevo miembro. El embarazo y el nacimiento del bebé son fases de muchos gastos, por lo que conviene pensar a futuro y ver qué elementos pueden ‘reciclarse’ y seguir utilizándose cuando llegue el nacimiento.

Elige bien la ubicación

Aunque es habitual que una baby shower se celebre en el hogar donde nacerá el bebé, cada vez son más las familias que prefieren evitar toda la logística previa y limpieza posterior en sus propios domicilios. Alquilar un local, reservar un bar durante una tarde o hacerlo en lugares específicamente pensados para este tipo de eventos (cada vez hay más) también puede ser un buen plan. Una lista de pros y contras puede ser una buena manera de decidir.

Cuida todos los detalles

Una baby shower puede ser prácticamente una boda. Las hay sencillas, de andar por casa, pero también otras que cuidan todos los detalles: invitaciones físicas, fotógrafo, catering… Busca la mejor forma de poder tener todo aquello que quieres sin salirte de presupuesto, de forma que todo sea tal como lo habías imaginado antes de comenzar con los preparativos. En estos eventos, los detalles marcan la diferencia.

Salte de las tradiciones que no te convenzan

Aunque sean de reciente creación, las baby shower ya tienen ciertos códigos. Es habitual que la mejor amiga de la futura mamá se involucre e incluso lidere la organización, aunque también son muchas las familias que prefieren organizarlo todo por sí mismas. Otras baby shower se organizan únicamente para las mujeres de la familia, aunque cada vez más se encuentran baby shower mixtas e, incluso, algunas montadas específicamente para hombres.

Lo importante es que los protagonistas se sientan cómodos e identificados con todo lo que ocurra, por lo que las tradiciones no deben ser más que una mera referencia anecdótica que puede seguirse, o no, según las preferencias de cada caso. Y que, cuando llegue el gran día, lo único importante sea festejar la llegada del bebé y la alegría que traerá consigo.